Uno de los grandes problemas que enfrenta la sociedad Latinoamericana en el ámbito educativo es precisamente la falta de evaluación que viene siendo un factor importante para lograr el pleno desarrollo de tener un nivel altamente eficiente y que nos conlleva a tener una educación de calidad el cual viene siendo un gran desafío.
El no contar con indicadores confiables que permitan valorar las directrices de las políticas y de los modelos implementados genera una falta de coordinación de esfuerzos así también planes que no están adecuados para ponerlos en práctica y que únicamente beneficia a los que la elaboran.
Algunos Naciones que si cuentan con estos sistemas ya mencionados, tienen la posibilidad de reconsiderar los rumbos, de proponer caminos alternativos y de reflexionar sobre el fenómeno educativo. Los países que cuentan con centros de investigación educativa en sus diferentes áreas, pueden realizar estudios en los cuales pueden identificar los problemas que se dan dentro de cada una de ellas. Algunos países que cuentan con estos centros son: Francia, Inglaterra, Hong Kong, Holanda y Singapur.
En los años ochenta en estados unidos Chubb y sus colegas elaboraron un documento llamado una nación en riesgo en la cual ilustra la importancia de la evaluación, se trata de una referencia fundamental para el cambio educativo de aquel país, dentro de el se encuentran cuatro conclusiones fundamentales que llevan el cambio educativo los cuales fueron:
a) Las escuelas deben de establecer niveles de desempeño académico más elevados y mensurables.
b) El tiempo que los alumnos invierten en aprender debe aumentar de manera significativa.
c) Debe incrementarse y mejorar el entrenamiento del personal docente para preparar su ingreso al sistema educativo y para su desarrollo profesional.
d) Los requerimientos de egreso de bachillerato deben de reforzarse de forma que los alumnos cuenten con una solida formación en las cinco nuevas áreas básicas: la lengua, las matemáticas, ciencias, ciencias sociales e informática.

Estos puntos mencionados se modificaron y dieron un gran avance en los sistemas educativos pues fueron aceptados por casi todos los estudiosos de la materia, 20 años después estas modificaciones son desalentadoras, porque los sistemas educativos que se usaban en la era de la información fueron diseñados para la era industrial.
El análisis que realizo Chubb en Estados unidos género cambios en política sin tomar en cuenta las inercias sindicales al igual que el sesgo positivo de la clase media hacia sus escuelas y no impulso una reforma verdadera. Las recomendaciones para alcanzar un alto desempeño deben centrarse en la responsabilidad, la selección y la transparencia.
*responsabilidad: metas claras, mediciones de rendimiento académico y consecuencias positivas y negativas para los adultos responsables de las escuelas.
* Selección: posibilidad de los padres de familia en escoger las escuelas para sus hijos
* Transparencia: comparar escuelas entre si.
La cultura de la evaluación: para mejorar el nivel educativo no es invertir más dinero en las escuelas, ni aumentar las horas de estudio, ni reducir el numero de estudiantes por aula, sino crear una cultura de la evaluación que obligue a los estudiantes a superarse cada vez mas.
Si fuera una cuestión de dinero, China y Corea del sur cuyos gobiernos le destinan mucho menos dinero a la educación que otros países, deberían estar entre los más atrasados del mundo. Lo cual no es así.
Ni es cuestión de horas de clase, ni de tamaños de los grupos porque países como Noruega y Austria, con una gran diferencia en estos parámetros alcanzan los mismos resultados en exámenes estandarizados.
Los países cuyos alumnos resultan bien posicionados en los estudios comparativos son los que realizan rankings de sus estudiantes, sus profesores y sus escuelas, fomentan una cultura de competencia, en el que el sistema educativo rinde cuentas con el gobierno y los padres. Jeffrey Puryear (Experto en educación del dialogo. Washington), los países con rezagos educativos deberían adoptar tres objetivos básicos, además de una participación de los padres en la educación de sus hijos: la aplicación de estándares más exigentes desde la escuela primaria y la evaluación de los estudiantes y el sistema de rendimiento de cuentas de profesores, directores de escuela. Según Puryear los sistemas educativos latinoamericanos prácticamente no hay consecuencias ya que pueden existir profesores buenos y malos, pero eso no importa: un maestro no pierde su trabajo por un mal desempeño ni gana más por su buen desempeño. El problema de la educación en América latina es que le dan prioridad a la cantidad y no a la calidad.
Ministros de la educación latinoamericanos están de acuerdo en que los países que adoptaron una cultura de la calidad mejoraron sus sistemas educativos, la mayoría considera que dichas reformas son un privilegio para países mas desarrollados.